Adicto
Es curioso como pasan las cosas, un fogonazo rápido y ya no estas en tu mundo. Es como si toda la realidad fuese solo un folio y de repente fueses consciente del lápiz, de la tinta, de la mesa y atisbases lo que hay mas allá, la mano del creador. Como un sueño muy lucido, como nada que hayas sentido antes.
Así me sentí yo el día que tome la droga magonia, una visión cristalizada de todo, un mecanismo perfecto en el que el libre albedrío todavía tenia lugar, una visión del mundo que me consterno y me hizo desear seguir viendo aun a costa de perder todo lo que era. Pero volví a la hoja de papel y aun estoy en ella. Por eso necesito que me des dos euros, necesito trascender, ir mas allá, ver el mecanismo del mundo para poder compartirlo.
Yo lo miraba y no contestaba nada como instándole a marcharse como indicándole que no iba a hacer nada allí, pero él seguía hablándome, como si ya estuviese bajo los efectos de aquella ambrosía que tanto le gustaba.
-Mira tío, sé que crees que soy pero te equivocas, soy un científico, estoy intentando probar el limite del mundo, el limite de las percepciones y la potenciación de ellas, he tenido unos cuantos problemas con mi proyecto y por eso necesito tu ayuda, en serio tío, cuando vea a dios le hablare de ti. ¿Venga, que dices?
-Reconozco que eres ingenioso pero no tengo dinero y no pienso dártelo. Miro impaciente a la calle pero no pasa ningún taxi, y él sigue ahí parloteando. Jodido frío. No sé por que me tiene que ocurrir a mí, siempre a la misma hora, siempre adictos a alguna sustancia que se olvidan de sus responsabilidades, y hoy el mas loco de todos, se nota que tuvo estudios o un mínimo de cultura alguna vez pero no le sirvió de nada el también callo.
-Tío venga, di algo... ¡eh, eh! Joder tío no seas así. Que lo necesito de verdad, tu no lo comprendes. No me entiendes crees que desvarío por el mono pero te digo que es cierto. JODERRRRR tío...
Miro y veo una luz verde a lo lejos ahí viene mi taxi pero una calle antes lo para una señora que acaba de salir de un portal, condenada suerte. Y el tío me sigue hablando.
-En serio tío, vi los colores del mundo y creo que ya se como es el pincel, pero necesito seguir investigando, me acerco cada vez mas a la verdad, pronto sabré como escribe dios y pronto puede que sea un dedo de dios, sabes puedo alterar las posibilidades, puedo hacer que ocurran cosas, no siempre y no como quiero pero en serio estoy cerca muy cerca, pronto podré sistematizarlo en un lenguaje científico medible y repetible, solo necesito dos o tres dosis mas.
-si tienes poderes, consígueme un taxi ya, consíguemelo y te daré los dos euros. Si no vete a molestar a otra gente.
Y así pasa que en ese momento cruza un taxi la esquina y se aproxima hacia nosotros, para justo delante nuestra y nos pregunta ¿Esperan un taxi? al tiempo que ilumina la luz verde de libre. Lo miro extrañado y el yonki no para de sonreír, no sé si ha sido una casualidad o no pero decido darle los dos euros y montarme en el taxi. Le indico mi dirección y lo veo a él por un momento como más definido que el mundo a su alrededor como si solo hubiese estado hablando con él y el resto del mundo no hubiese tenido importancia como si las calles estuviesen mal fotografiadas. Y le pregunto al taxista como llegó a nosotros y me dice, No se preocupe le vi y sé lo molesto que pueden ser esos pedigüeños ya me iba a casa a dormir pero me dije que por que no un servicio más, así que me acerque, digamos que llegue como caído del cielo ¿no? Ríe con una sonrisa inocente pero a mí me preocupa mas de lo que ya estaba.
Miro hacia atrás una vez mas y me recuerdo a mí mismo que el próximo día llamare a un teletaxi.
Así me sentí yo el día que tome la droga magonia, una visión cristalizada de todo, un mecanismo perfecto en el que el libre albedrío todavía tenia lugar, una visión del mundo que me consterno y me hizo desear seguir viendo aun a costa de perder todo lo que era. Pero volví a la hoja de papel y aun estoy en ella. Por eso necesito que me des dos euros, necesito trascender, ir mas allá, ver el mecanismo del mundo para poder compartirlo.
Yo lo miraba y no contestaba nada como instándole a marcharse como indicándole que no iba a hacer nada allí, pero él seguía hablándome, como si ya estuviese bajo los efectos de aquella ambrosía que tanto le gustaba.
-Mira tío, sé que crees que soy pero te equivocas, soy un científico, estoy intentando probar el limite del mundo, el limite de las percepciones y la potenciación de ellas, he tenido unos cuantos problemas con mi proyecto y por eso necesito tu ayuda, en serio tío, cuando vea a dios le hablare de ti. ¿Venga, que dices?
-Reconozco que eres ingenioso pero no tengo dinero y no pienso dártelo. Miro impaciente a la calle pero no pasa ningún taxi, y él sigue ahí parloteando. Jodido frío. No sé por que me tiene que ocurrir a mí, siempre a la misma hora, siempre adictos a alguna sustancia que se olvidan de sus responsabilidades, y hoy el mas loco de todos, se nota que tuvo estudios o un mínimo de cultura alguna vez pero no le sirvió de nada el también callo.
-Tío venga, di algo... ¡eh, eh! Joder tío no seas así. Que lo necesito de verdad, tu no lo comprendes. No me entiendes crees que desvarío por el mono pero te digo que es cierto. JODERRRRR tío...
Miro y veo una luz verde a lo lejos ahí viene mi taxi pero una calle antes lo para una señora que acaba de salir de un portal, condenada suerte. Y el tío me sigue hablando.
-En serio tío, vi los colores del mundo y creo que ya se como es el pincel, pero necesito seguir investigando, me acerco cada vez mas a la verdad, pronto sabré como escribe dios y pronto puede que sea un dedo de dios, sabes puedo alterar las posibilidades, puedo hacer que ocurran cosas, no siempre y no como quiero pero en serio estoy cerca muy cerca, pronto podré sistematizarlo en un lenguaje científico medible y repetible, solo necesito dos o tres dosis mas.
-si tienes poderes, consígueme un taxi ya, consíguemelo y te daré los dos euros. Si no vete a molestar a otra gente.
Y así pasa que en ese momento cruza un taxi la esquina y se aproxima hacia nosotros, para justo delante nuestra y nos pregunta ¿Esperan un taxi? al tiempo que ilumina la luz verde de libre. Lo miro extrañado y el yonki no para de sonreír, no sé si ha sido una casualidad o no pero decido darle los dos euros y montarme en el taxi. Le indico mi dirección y lo veo a él por un momento como más definido que el mundo a su alrededor como si solo hubiese estado hablando con él y el resto del mundo no hubiese tenido importancia como si las calles estuviesen mal fotografiadas. Y le pregunto al taxista como llegó a nosotros y me dice, No se preocupe le vi y sé lo molesto que pueden ser esos pedigüeños ya me iba a casa a dormir pero me dije que por que no un servicio más, así que me acerque, digamos que llegue como caído del cielo ¿no? Ríe con una sonrisa inocente pero a mí me preocupa mas de lo que ya estaba.
Miro hacia atrás una vez mas y me recuerdo a mí mismo que el próximo día llamare a un teletaxi.
5 comentarios
Pa -
kiram -
Alby -
El efecto ha sido el mismo: Cientificos Yonkis Reescritores del Cosmos o el Tipex de Dios
Pablo -
Juanjo -
Precisamente en las últimas semanas he tenido muchas ocasiones de plantearme la función de ciertas drogas como disolventes del "limen", permitiendo enchufar al individuo al cosmos sin pasar por el importuno filtro del raciocinio humano.
Sigo pensando que, a menos que ya lo hagas o hayas hecho, deberías leer cosas de Ray Bradbury. Creo que te encantaría.